José Antonio y los profesionales extranjeros (Dignidad nacional). Por Carlos Rodríguez

José Antonio y los profesionales extranjeros (Dignidad nacional). Por Carlos Rodríguez

 
           Párrafos textuales escritos y pronunciados por José Antonio.

      EL 21 DE NOVIEMBRE DE 1935 EN EL PALACIO DE CONGRESOS.
 
“……………”Aludo al paro de los ingenieros en todas sus diferentes especialidades y de los técnicos que de una manera inmediata los asisten. Este aspecto del paro profesional de los ingenieros es muy considerable en España, y ofrece una picante singularidad, porque acontece que mientras el paro en otros profesionales intelectuales y manuales está determinado, generalmente, por una falta de plazas en que el trabajo se puede emplear, es decir, por una reducción de las posibles plantillas en que la labor se aplique, en este caso de los ingenieros ocurre todo lo contrario. Resulta que, según mis informes, aproximadamente hay unos 500 ó 600 ingenieros españoles en paro. ¿Y es porque no hay tarea para 500 ó 600 ingenieros españoles? Pues no; es, principalmente, porque trabajan en España, en calidad de ingenieros, o trabajan en tareas muy similares a los ingenieros, hasta 5.000, o acaso alguno más, técnicos extranjeros, los cuales, en la mayoría de los casos, ejercen una suerte de intrusismo…..”, 
   ….A éstos les llega, como a todos los trabajadores, el régimen de trabajo de extranjeros, que se regula por el Ministerio del ramo en el decreto de 29 de agosto último y en una orden complementaria o aclaratorio del 12 de noviembre; pero resulta que estas normas están muy lejos de defender de una manera suficiente la expectación de hallar trabajo en España que tienen los técnicos españoles…….”


 
Más adelante:
“…Por otra parte, se echa de menos en esta regulación la determinación de un cupo profesional para los españoles y una proporción establecida para los extranjeros…”.


Más adelante:
“….que el técnico extranjero casado con española sigue siendo extranjero para todos los efectos, incluso para el caso de peligro militar, de defensa nacional, de riesgo nacional, y, en cambio, por haberse casado con una mujer española tiene régimen de preferencia en relación con los españoles….”
 
Más adelante:
 “….ha abierto demasiado la posibilidad de concurrencia de extranjeros esta orden complementaria en cuanto permite, casi sin limitación, que sean designados extranjeros para ocupar los que se llaman cargos de confianza. Convendría que por el Ministerio de Trabajo se precisase esto un poco más, ya que es muy difícil saber hasta dónde llega la confianza…”
 
 Más adelante:
         
“…..Todas estas protestas, todas estas objeciones al régimen de trabajo de los técnicos extranjeros no están guiadas, naturalmente, ni por un excesivo prurito nacionalista, ni tampoco por una simple consideración, que sería en todo caso muy respetable, del perjuicio que se irroga a los profesionales españoles….”

Más adelante:
         
“…Lo que ocurre es que los países no son simplemente expresiones geográficas, unidades geográficas, sino que son unidades de convivencia, y ha de aspirarse a que en todo lo posible sean los nacionales quienes soporten las distintas tareas y quienes concurran a la labor total del país con sus diferentes esfuerzos...”

Más adelante:
“…Los que hayan adquirido algún derecho al trabajo en España, siquiera compliquen el resolver el paro en todas sus capas y siquiera entorpezcan la posibilidad de colocación de los españoles, éstos pueden estar tranquilos por completo con nuestra regulación...”

Más adelante:
“…Ahora bien: ¿puede quedar en el ánimo de alguien la sospecha de que acaso esa invasión de ingenieros y de técnicos extranjeros venga a suplir una deficiencia de preparación de los nuestros? Encuentro que la sola enunciación de esta pregunta envuelve una ofensa para la ingeniería española, y, además, una ofensa injusta…”.
 
Más adelante:
“…¿es que para los cargos corrientes, para los cargos de la ingeniería diaria, para los cargos de distintas escalas, en distintos escalones, de toda la actividad ingenieril, es necesario acudir a los extranjeros? ¿Es que no tenemos ingenieros corrientes, buenos profesionales corrientes que puedan suplir a los 5.000 o 5.500 técnicos extranjeros que están ocupando su sitio?...”

Atención con lo que manifiesta José Antonio a partir de ahora:
“Hasta ahora no he señalado sino los perjuicios que al interés legítimo de los técnicos españoles se arrogan con esta competencia de los de fuera; pero es que cabalmente la ingeniería suele tener algunos de sus puestos en los más delicados órganos de la futura posible defensa nacional. La ingeniería no sólo está inserta en todo el régimen del trabajo, no sólo es la intermediaria directa con grandes masas, por ejemplo, de obreros españoles; no sólo se cruza con todas las corrientes fundamentales de la economía –lo cual ya bastaría para que nos mereciese una esencialísima atención–, sino que, además, tiene en sus manos hilos delicadísimos que pueden afectar un día, con grave riesgo, a la defensa nacional; y acontece que en España –excepción en el mundo– en estos puestos más peligrosos y más difíciles tenemos técnicos extranjeros.
 Ocurre, por ejemplo, que se están realizando las obras de fortificación de Cartagena; por las inmediaciones de las obras no se permite el paso –y está muy bien que no se permita a ningún español–; pero resulta que hay una yesería en las inmediaciones próximas de las obras de fortificación que explota una compañía extranjera, y esta compañía tiene allí técnicos extranjeros que van todos los días. De manera que la precaución que se toma contra los transeúntes españoles para que no vean cómo se están haciendo las fortificaciones no se toma, en poco ni mucho, con los técnicos extranjeros que van y vienen todos los días y se pueden informar como se les antoje.”

Más adelante:
“…Para algunos el puerto de Mahón es la clave de la seguridad de España. Parece que las obras militares del puerto de Mahón se habrán realizado con un sigilo extraordinario. Pues no; el dragado del puerto de Mahón se ha encomendado a una de estas compañías, que constituyen una pantalla española, pero que realiza sus trabajos por medio de técnicos belgas. Vinieron técnicos belgas con medios de trabajo belga y dragaron el puerto de Mahón. ¡Esto se comento solo!…”

Más adelante:
“…En España, por desgracia, seguimos todavía, en muchos aspectos económicos, en un régimen colonial. No sólo nos traen los técnicos, que nos desplazan, hasta el punto de que, por ejemplo, las compañías de ferrocarriles casi no tienen más que ingenieros extranjeros, y las compañías de minas tienen el personal extranjero en proporción, a veces, del 80 por 100, y pagan a los extranjeros sueldos enormes, hasta el extremo de que hay una compañía en que los ingenieros de Minas empiezan a cobrar su sueldo detrás del último empleado inglés, técnico o no; no sólo pasa esto, sino que, además, para que nos sea más incómoda la presencia, redactan su documentación interna en lengua extranjera...”

Más adelante:
“…Esto es un aspecto de dignidad nacional que no puede ser ajeno al Gobierno; pero esto excede, probablemente, de los términos de la interpelación de hoy. Los términos de la interpelación de hoy los reduzco, y con ello termino, a solicitar la atención, siempre tan clara y siempre tan bien intencionada del señor ministro de Trabajo sobre este problema, angustioso en cuanto a su calidad, remediable, probablemente, en cuanto a su alcance del paro de los técnicos españoles.”
Esta intervención de José Antonio fue rubricada con gritos de ¡muy bien! ¡Muy bien! Y con una larga ovación.
   
      Por nuestra parte lo único que queremos añadir a la copia textual, aunque no integra, por motivos de espacio, del discurso que José Antonio pronuncia en el Parlamento en fecha 21 de noviembre de 1935, es que el Fundador hace hincapié en la defensa de los técnicos españoles no por clasismo, porque como él expone al principio, el problema del resto de profesionales es que no hay puestos de trabajo, pero en la actividad ingenieril sí los hay, por eso reclama que sean ocupados por españoles.

También deja muy claro que se acojan los extranjeros a todas las ventajas, pero nunca se comprometerían a la defensa de España en caso de emergencia nacional, además, critica a las empresas españolas que actúan como pantallas de intereses extranjeros y el peligro que supone todo esto en algunos casos para la seguridad nacional, en lo que según palabras del propio José Antonio “es un aspecto de dignidad nacional”. Es ahí donde vamos frente a las mentiras de los demócratas. Nosotros (TNS) no nos oponemos a las personas extranjeras por xenófobos o racistas, nosotros nos oponemos al fenómeno de la inmigración por pura dignidad nacional.

Creemos que todos los escritos publicados con relaciona a nuestros fundadores son de actual vigencia y que no deberíamos ocupar nuestro tiempo en reproducir lo ya escrito, pero tenemos la seguridad de que muchos de nuestros jóvenes y no tan jóvenes camaradas están siendo “estafados” intelectualmente por los mal llamados “Joseantonianos”, y decimos “mal llamados” porque ocultan y manipulan a José Antonio, al Nacional sindicalismo y a todos sus fundadores bajo los discursos, textos y comentarios fruto de paranoicos, sofistas y apócrifos.

Desde el TNS invitamos a todos a que acudan a la única y verdadera fuente de información no manipulada ni manipulable, que son los textos escritos por nuestros Fundadores, y en ellos descubrirán el verdadero sentimiento y pensamiento de los que en su día dieron su sangre generosamente por España. Una vez conocida la verdadera historia, se podrá estar de acuerdo o no con lo sucedido pero que no se dejen engañar por la hipocresía democrática en algún caso que otro teñida de azul y, en otros muchos, embriagados de clericalismo.

Como dijimos no hace mucho, íbamos a desempolvar los textos de José Antonio para mostrar lo que él pensaba y decía sobre cuatro grandes asuntos: JOSE ANTONIO Y EL TOTALITARISMO Y LA DEMOCRACIA, JOSE ANTONIO Y LA VIOLENCIA Y EL PACIFISMO, JOSE ANTONIO Y EL FASCISMO Y EL ANTIFASCISMO. JOSE ANTONIO Y LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES Y EXTRANJEROS. Y eso es lo que hemos hecho, "hemos puesto" a José Antonio tal cual.

Del mismo modo que el espejito mágico de la bruja de Blancanieves se rompió hecho añicos cuando la bruja se dio cuenta de la verdad, son los textos de José Antonio los que han dejado hechos añicos todas las falacias que se han dicho de él.

José Antonio, un Hombre, un Sentimiento, un Pensamiento sin par que por fortuna ha llegado hasta el siglo XXI en forma de textos escritos por él mismo. José Antonio: una historia que quieren encerrar en una urna - los demócratas-, en un convento –los chupacirios-, en un cuartel –los reaccionarios derechosos-, en una biblioteca –los burgueses-, e incluso en una barricada –los progres izquierdosos-.

Si se puede interpretar que existe antipatía hacia alguien o hacia algo nos trae sin cuidado. Es más, nos importa un carajo, porque ni somos demócratas, ni somos chupacirios, ni somos reaccionarios derechosos, ni somos burgueses, ni somos progres izquierdistas. Únicamente queremos hacer Nacional Sindicalismo y conocer la historia asumiéndola sin renegar de ella.

No somos amables porque a la historia, a la verdad, a la Justicia y a la Patria no se las defiende con amabilidad ni con las urnas, se las defiende porque sí, y ya está, ¿amabilidad? ¿por qué?.
 
  En nuestros escritos antes citados, hemos tenido una sola constante: decir la verdad sin complejos, rompiendo esa estupidez fruto de la pedantería consistente en que el Nacional Sindicalismo es sólo la Falange y la Falange es José Antonio, inventándose también que José Antonio era un antifascista demócrata y republicano ¡Mentiras!, son mentiras.

La Falange no es lo mismo que el fascismo Italiano pero sí se inspira en él y le reconoce artífice de grandes progresos para Italia, por lo tanto, nunca pudo ser antifascista. José Antonio, en lo personal, era un gran admirador de Mussolini. El Nacional sindicalismo busca un estado totalitario a la vez que antropocéntrico, es decir, basado en la persona como portadora de valores eternos y como tal no puede ser en lo humano una creencia exacta, pero sí en la disciplina económica. Lo único que en la persona puede ser una ciencia exacta es la historia, porque como pasado no tiene modificación posible. La Historia del Nacional Sindicalismo, la Falange y su Fundador se han visto "acoplados" a intereses particulares de algunos individuos.

Por ejemplo, la idea de la república sindical nace de la paranoia de un acoplado al estado confesional del Movimiento Nacional. En el nuevo Estado Nacional Sindicalista, su representación puede recaer lo mismo en un monarca que en un presidente de la república, pero la historia demuestra que no es muy entusiasta de ninguno de estas dos representaciones, es más, prescinde de ellos con la misma naturalidad con la que prescinde de los partidos políticos, los sufragios y los parlamentos.

Hubo una época en la que se añoraba el Punto 27 de los Fundacionales de la Falange pero a fuerza de reclamarlo se olvidaron los otros 26 Puntos. Digan lo que digan, desde el año 1945, con la caída del "Eje" los Falangistas se sintieron cada vez más cómodos en el régimen de Franco, aunque se inclinaba de forma descarada a posturas liberales mediante los gobiernos tecnócratas del Opus Dei.

Pese a todo, se pudo mantener buena parte de la economía social de inspiración Nacional Sindicalista realizada por los Falangistas que, por fortuna, tuvieron la posibilidad de llevar a cabo su buen hacer dentro del régimen surgidos de la victoria de las fuerzas nacionales en la guerra civil y que, sin ninguna duda, dio lugar a una clase media que alcanzó un bienestar sin precedentes en la historia de España.

Repetimos, fue un régimen que creó un Estado que no era el deseado por los nacionalsindicalistas y muy fácil de mejorar, pero el sistema actual es imposible empeorarlo y es que la democracia no es que no tenga nada de Nacional Sindicalista, es que además es antiespañola.

Hoy día, casi cuarenta años después de muerte el anterior Jefe del Estado y cuando no queda prácticamente secuela alguna de su robusto estado, van de fracaso en fracaso y de canallada en canallada bajo el pretexto de hacer política antifranquista. Mientras, lo que propugnan en sus propuestas políticas es una copia casi exacta del régimen franquista, les pasa lo mismo que a los rojos, están pidiendo las condiciones sociales del franquismo: trabajo fijo, viviendas asequibles, banca pública, empresas de producción de inversión pública, protección a la minería y a la agricultura y ganadería, millas marítimas para nuestros pescadores, prioridad a los productos nacionales, no a los internacionalismos financieros, soberanía económica nacional, etc., etc.… y es que muchos serían felices con el régimen de Franco pero fusilando al General. Cinismo, puro cinismo, la manipulación total de la historia y el letal virus democrático han calado también en los Falangistas, es más, les han hecho sectarios. Hay quien desde hace años se ha instalado en el Olimpo de la pedantería y señalan, con su democrático dedo, diciendo quien es y quien no es Falangista, pero el colmo es que, también con el mismo democrático dedo, llegan a decir quien tiene derecho a la Patria y quien debe pedir la Unidad de España y quien no. ¡Ni que la Patria fuera exclusiva de los Falangistas!. Y, por supuesto, Falangistas son únicamente ellos. Sus mismas paranoias falangistas las han hecho extensivas a todo lo Nacional. Ellos son los “únicos” falangistas y los “únicos” españoles. Pedantería y soberbia es lo que les sobra. Además, muchos van de católicos recalcitrantes sin considerar que en la Religión Católica la soberbia está considerada como el origen de todos los pecados ¡casi na!.

En el Sindicato TNS tienen cabida todos los que defiendan la dignidad de la persona, todos los que sientan a España como Patria común y única de todos los españoles, todos los que crean en la Justicia Social, poniendo la economía al servicio al servicio de la persona, todos los que piensen que ser español es una razón de ser consecuencia de su cultura y de su historia. Todos los que así sientan y piensen pueden hacer Nacional Sindicalismo en un sindicato que no quiere que existan diferencias económicas ni de posibilidades entre las clases trabajadoras. Un sindicato que no quiere que haya diferencias entre españoles, sean de donde sean. Un sindicato que no piensa en las razas pero si en la razón de ser español. Un sindicato que no quiere partidos políticos, ni sufragios, ni parlamentos. Un sindicato que, sin embargo, sí cree en los valores eternos, en la verdad absoluta, en la Patria, en la Nación y en el Estado Totalitario (para todos en todo) Nacional Sindicalista. Todos los que así piensen tienen sitio en el Sindicato TNS sin ningún tipo de distinción ni de examen teórico o retórico.

Nuestra historia será siempre nuestra historia y nuestra política, fundamentada en todo lo antes citado, será siempre nuestra política. Lo que sucede es que hay muchos que aún no se han enterado de que 
“EN HISTORIA Y EN POLÍTICA EL CAMINO MÁS CORTO ENTRE DOS PUNTOS ES EL QUE PASA POR LAS ESTRELLAS”.

Carlos Rodríguez. Jefe Nacional del Sindicato TNS