ABRE LOS OJOS. Por Aitor Barcia

ABRE LOS OJOS. Por Aitor Barcia



Uno de los fenómenos más destacados ocurridos en Europa al comienzo del siglo XXI, ha sido lo que llaman la globalización. Cantidades ingentes de personas desplazándose sin ningún control, de un lado a otro del planeta, a menudo confrontándose culturas históricamente enfrentadas e incompatibles.

Aunque en su día el que fuera ministro de economía en el Gobierno de Aznar, Rodrigo Rato, tras hablar con la CEOE solicitaba una regulación de 350.000 inmigrantes, fue con el gobierno de Zapatero y su ministro de trabajo e inmigración, Jesús Caldera, cuando se produjo el denominado "efecto llamada" también conocido como "efecto Caldera". Esto se produjo al gritar a los cuatro vientos que iban a realizar regularizaciones masivas a la vez que se abrían nuestras fronteras de par en par, ¿os acordáis de aquello de: "la tierra pertenece al viento" dicho por zp? El resultado fue que tras realizar regularizaciones masivas, un año después, volvía a haber un millón de inmigrantes en situación irregular ansiosos de conseguir también sus deseados "papeles".

Durante años miles de inmigrantes ilegales han campado y siguen campando a sus anchas por España. Al estar en situación irregular no han podido trabajar de forma legal, pero han trabajado. Han trabajado, no cotizando pero sin embargo han sido atendidos gratuitamente en la seguridad social y se les han prescrito medicamentos con recetas de pensionistas, que son gratuitas. Igual resulta que el copago viene por haber regalado la sanidad…

La verdad es que tanto a la derecha, como a la izquierda les ha beneficiado la llegada masiva de inmigrantes, cada uno por sus intereses particulares, pero a ambos. La derecha importaba esclavos para sus amiguetes de la CEOE ya que gracias a la competencia entre nativos y extranjeros era cuestión de tiempo garantizar una bajada de salarios y una pérdida de derechos laborales siendo al final subastados a la baja los obreros para ocupar un puesto de trabajo.
La izquierda también ha sabido sacar partido de la inmigración.
¿Qué hay menos español y menos patriota que los propios españoles?
¡Los inmigrantes!. Llenar de inmigrantes España puede resultar muy práctico a quienes intentan destruirla desde dentro. Un inmigrante no se opondrá a una España federal, por ejemplo. Refiriéndome a que por regla general a un inmigrante poco o nada le dolerán las traiciones a la patria que puedan promover unos canallas, sin embargo su voto vale igual que el de un español que sí lo sienta, pero además resulta que los canallas tratan de comprar votos inmigrantes a cambio de privilegios. Me produce un gran temor el que llegue el día en que no podamos autogobernarnos y dependamos del voto inmigrante, ¿creéis que no llegará? Mirad lo que ocurre al otro lado del Atlántico, Mitt Romney y Obama se han jugado la presidencia de su nación con el voto hispano, es decir, el voto hispano es decisivo para ganar unas decisiones en EE.UU, y los hispanos no regalan su voto.

Es curioso como el "BOOM" de la inmigración en nuestro país ha coincidido con el "BOOM" inmobiliario. Y digo yo ¿cabe la posibilidad de que ese afán desmesurado por construir, haya sido una excusa para albergar la mano de obra inmigrante? Resulta que en unos pocos años se ha construido en España lo que estaba previsto para varias décadas. La construcción tiene una particularidad, y es que mueve muchos gremios, desde la maquinaria pesada para las excavaciones hasta las inmobiliarias pasando por pintores, electricistas, albañiles, carpinteros... vamos, la oportunidad ideal para decir ¡venid!, ¡hay trabajo para todos! ¿y después qué? cuando todo eso se acabó nadie dijo: ¡marchad! ¡ya no hay trabajo para nadie!

El tema no es inmigración SI o inmigración NO, sino inmigración SI cuando se necesita e inmigración NO cuando ya no es necesaria o es un problema.
Imaginaos que un país en un momento determinado por aumento de productividad en un sector necesita cubrir X  plazas, pero que además ese sector tiene pocos demandantes. Pues ese es el momento de recurrir a la mano de obra extranjera. El inmigrante será contratado en su país de origen, se le ofrecerá trabajo y derechos como a los españoles. El, a cambio, contribuirá a mantener nuestro sistema público de sanidad y las pensiones de nuestros mayores. Siendo consciente de que una vez finalice su trabajo deberá retornar a su país.
  
Esto es una relación de simbiosis entre el Estado y el inmigrante, en el momento en que el inmigrante se convierte en dependiente del estado se llama "parasitismo". Que es precisamente lo que ha ocurrido en nuestro país, miles de inmigrantes que vinieron a trabajar en algún momento se han convertido en parásitos del Estado y en una situación de crisis como la actual no hace otra cosa sino agravar el problema.

Ante esto lo que nos suelen decir los defensores acérrimos de la inmigración es: "Los inmigrantes vinieron para hacer los trabajos que los españoles no querían hacer" Y me pregunto yo, ¿quieren decir que deberíamos haberlos hecho para que no vinieran? ¿o quieren decir que no tenemos derecho a decidir cómo y cuándo los queremos hacer? ¿Esto qué es señores, el que se fue a Sevilla perdió su silla?, por favor, no hay malos trabajos, si no trabajos mal o bien pagados y a colación de esto diré que precisamente otro de los daños causados por la inmigración ha sido la perdida de nuestros derechos laborales. Resulta que toda esta "masa de inmigrantes" ha  venido de países subdesarrollados no solo culturalmente, sino también en materia de infraestructuras maquinaria o tecnología. Así pues, al llegar a España y querer competir con nosotros ante un puesto de trabajo lo han hecho a cambio de rebajarse humanamente renunciando a su dignidad, que dicho sea de paso nos ha salpicado a nosotros también, pues los empresarios han terminado dando por válida una actitud empresarial  hacia el trabajador nacional, que ni merecemos ni se ajusta al modelo laboral europeo. Y eso que ya se dieron prisa por elevar el nivel académico y profesional de los inmigrantes ¿Os acordáis de los cursos sólo para inmigrantes del INEM? Al final me quedé con las ganas de ver uno solo para españoles, ¡Ah, no, que eso es discriminación!.

Otra de las patrañas que nos han hecho creer es que la inmigración nos ha traído "multiculturalidad", ¿qué es eso?, la cultura es la tradición autóctona de cada región del planeta, lo que ocurre cuando se juntan todas es un inevitable mestizaje cultural, traducido a perdida de identidad nacional. Lo otro es que nos enriquece culturalmente, ya me dirán en que me enriquece a mi, la proliferación de mezquitas, la retirada de crucifijos de las aulas o que a nuestros hijos les prohíban comer derivados del cerdo en los colegios españoles.
 
¡Vaya! ¿me estoy metiendo en terreno prohibido, sr Ibarra? Lo reconozco, soy un intolerante, intolerante en el sentido estricto de la palabra (Tolerar: consentir). Pues bien, no consiento que nuestros hijos crezcan en un país de velos islámicos, mezquitas y fiestas musulmanas. Y sobre todo, no consiento que los españoles acaben sintiéndose como extranjeros en su propio país. Y no voy a seguir, pues entonces dirá que soy un racista, que en efecto, lo soy, pero no en el sentido en el que ustedes quieren convertir la palabra. Estoy orgulloso de ser lo que soy, al igual que un negro, perdón, un hombre de color negro, se pueda sentir de serlo, solo que ustedes únicamente nos criminalizan a nosotros de hacerlo, ¿y sabe por qué? porque su organización sí es una organización racista en los términos que ustedes emplean. ¿Dónde están cuando los inmigrantes agreden a españoles, o violan a nuestras mujeres? Le daré un dato estadístico: La mayoría de las violaciones cometidas en España son realizadas por inmigrantes, de ellos, encabezan el ranking marroquíes, seguidos de sudamericanos.
 
En fin, continuemos.

A pesar de los débiles intentos de movilización, la mayoría de inmigrantes se resisten a abandonar nuestro país en busca de un futuro más próspero. En cambio, son los propios españoles los que se ven obligados a emigrar.
Pero no todos los inmigrantes se quedan porque quieren, algunos es porque no tienen opción, o vuelven a sus países o se quedan aquí, pues en su mal hacer, el PSOE convirtió a España en un redil. Cuando el "efecto Caldera", desde Europa se criticó la medida y se le instó a reconsiderarla, pero el PSOE hizo caso omiso. En ese caso los países de Europa se blindaron y vetaron las corrientes migratorias con la condición sine qua non de que debían ser comunitarios, justamente lo contrario a nuestra inmigración que es extra comunitaria.

Otra cosa que dicen es que no quitan el trabajo a los españoles. Pues las cuentas no salen... O nos quitan el trabajo o los estamos manteniendo y sino analicémoslo. El número de inmigrantes  con permiso de residencia (legales) se ha incrementado un 17,4% desde el inicio de la crisis en 2008 y, al cierre de 2011 ascendía hasta las 5.251.094 y las cifras de paro a esa fecha son de 4.705.279. Esto quiere decir que hay más de medio millón de inmigrantes más que de parados totales. Suponiendo  que en las cifras del paro se encuentran Españoles e inmigrantes me voy a sentir generoso y aun habiendo, como es natural, más Españoles en España que inmigrantes, voy a suponer que el 50% son Españoles y el otro 50% inmigrantes. La operación nos dice que como mínimo hay 2.898.455 inmigrantes que están ocupando puestos de trabajo destinados a Españoles. Lo que se traduce a que si en estos momentos no hubiera inmigración en España, 2.898.455 de españoles estarían trabajando y la tasa de paro sería  tan sólo de 1.806.824 personas. Y no olvidemos que en estas cifras no se han computado a los ilegales que o trabajan clandestinamente o los estamos manteniendo entre todos.

Así que, llegados a este punto, considero que reclamar una sobreprotección para nuestros compatriotas y concederles el privilegio de la prioridad nacional, no comete discriminación alguna, sino que es un acto de JUSTICIA SOCIAL. Porque la JUSTICIA SOCIAL no es "o todos nos hundimos o todos nos salvamos "La justicia social es dar a cada uno lo que se merece, y se lo merece porque se lo ha ganado él o de manera generacional. Y lo que está ocurriendo es que o por complejo o por “buenismo” estamos entregando lo mejor que nuestros padres nos legaron, EL PORVENIR, que se nos escapa entre los dedos.

Los Españoles hemos pasado  a ser discriminados, humillados y hemos acabado siendo abandonados a nuestra suerte, en nuestra propia tierra y a manos de los nuestros. Y todo por esos "lame culos" que reclaman todos los derechos para los  inmigrantes y ni uno solo para los españoles.
Y no es que no me preocupen los inmigrantes, pero me preocupan más mis compatriotas y cada plato de comida o ayuda económica destinada a la inmigración se le está negando a un español.
Veréis, mi mujer y yo fuimos padres relativamente pronto, a los veinte años. Mi hija nació en 2003 unos pocos años antes  de introducirnos de lleno en esta terrible crisis. La cosa es que nos vimos obligados por necesidad a recurrir al menos en dos ocasiones a  los servicios sociales. La primera ocasión se nos negó ayuda alguna alegando:
“Que había muchos inmigrantes y que los priorizaban a ellos”
Y en la segunda se nos ayudó únicamente con el pago de un recibo de la luz, y se nos dijo seguidamente:
“Hemos acabado con vuestra ayuda, pensad que hay gente que está peor que vosotros, que no tienen familia en España”
Así que creo firmemente que estoy en condiciones de criticar a la inmigración, ¡ojo!, cuando digo inmigración me refiero al fenómeno, a sus promotores y a los que nos discriminan por ser españoles, no a los inmigrantes en sí.

Ya es hora de abordar este tema, no podemos seguir negando la evidencia.
¡BASTA DE COMPLEJOS, A LA PORRA LAS ETIQUETAS! ¿no somos nacional-sindicalistas?, pues nacional es nuestra tierra y nacionales nuestros recursos, pero nacional es también nuestra gente, y no podemos seguir contemplando de "brazos cruzados" como nuestros compatriotas se hunden en la miseria.
Necesitamos hacer colectas para recaudar fondos, bancos de alimentos, roperos, comedores sociales y todo lo necesario para los nuestros, y si no somos capaces de hacerlo, pues igual resulta que nos importa un rábano la justicia social y que no creemos en nosotros mismos ni en lo que representamos.


¿QUERIAMOS UNA OPORTUNIDAD PARA DEMOSTRAR LO QUE SOMOS?
AHORA ES EL MOMENTO, A NUESTRO ESTILO.

 Aitor Barcia
Sindicato TNS-Aragón