Otrora. Por Nico Muñoz

Nocet empta dolore voluptas, per saecula saeculorum et per aspera ad astra
(El placer comprado con dolor es dañino, a través de los siglos y a través de las
dificultades hasta las estrellas)En el fragor del día de la Hispanidad, las gestas de los hombres que hicieron grande a España no se hacen desde un púlpito, sino desde el asfalto.
Vitoria, la españolísima Vasconia, fue testigo de la presencia falangista; frente a la turba de vascones rupturistas que agredieron a los vascongados unitarios.
"Masilios versus Masesilos".
"David versus Goliat".
"Germanos versus Bereberes".
A lo largo de la historia ha habido vascos con el requisito sine qua non de ser doblemente españoles y de batirse en duelo, por tierras que han sido un feudo burgués separatista, cómplice del abertzalismo.
Hombres de la talla y falangistas, para más inri, como Paulino Uzcudun o José Luis de Arrese, que han impedido a toda costa la disolución de España.
Hombres a los que la Historia les ha dado la razón y que no lisonjean coronas como los contrarrevolucionarios tradicionalistas y los borbónicos liberal-conservadores.
Vitoria es famosa por la batalla de la Guerra de la Independencia en contra del invasor gabacho, con la complicidad de Fernando VII: el hermano a su vez del monarca "legítimo", Carlos V.
Vitoria se tornó nacionalsindicalista frente a la usurpación abertzale que emerge de las cloacas del régimen constitucional, que lacera la dignidad humana, socava la justicia social y obstruye el patriotismo orgánico y social.
Los falangistas salieron heridos, tiñendo la bandera bicolor de sangre que no ha sido derramada en vano, mientras el detritus separatista ha salido fustigado, al igual que los mercaderes del templo.
Falange Española de las JONS no parte de un tradicionalismo reaccionario, ni parte de una teoría reminiscente, sino que proviene de retornar hacia el punto de partida, mientras aguijonean España.
"Ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo".
José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, dixit. 1903–1936.
Falange ha retornado al báratro del germen abertzalista, para ser la panacea de los vascuences confundidos constitucionalistas y separatistas.
"La letra con sangre entra".
Dicho castellano popular.
A merced de los buitres que han agredido a nuestras águilas bicéfalas, se laceró a los verdugos gudaris de caserío y boina.
A los verdugos del estanquero, Carlos García, que regentaba un estanco en Eibar, y a Vicente Rubio Ereño en Santurce: el policía municipal.
Otro patriota y vascongado asesinado fue Melitón Manzanas en la denominada Operación Sagarra, que significa manzana en vascuence, en presencia de su viuda, María Artigas, dejando en estado de orfandad a María Jesús Manzanas Artigas. Cabe recordar que Melitón Manzanas fue asesinado en las inmediaciones de su domicilio en Villa Arana, en Irún, el día 2 de agosto del año 1968. El verdugo se benefició de la Ley de Amnistía del año 1977, con el beneplácito de la UCD. Iñaki Sarasketa fue el verdugo de Melitón Manzanas, mientras hoy ocupan escaños en el Congreso de los Diputados y el Senado: la cámara alta y baja de representación.
No nos gusta España, la degeneración de la Hispanidad y la asimilación antropológica que padecemos proveniente de África. Pero cuanto más marchitada está España, más la amamos con afán superlativo de integración regional, concordante con sus montañas agrestes y océanos infinitos.
Nuestro patriotismo fecundo y orgánico no puede competir con el patrioterismo fatuo de cuartel cipayo, ni con la socialdemocracia que tonifica al separatismo, que es la espora de la Constitución.
Nosotros, al igual que vosotros, detestamos el régimen y el parlamentarismo liberal, pero la diferencia es que vosotros habéis sucumbido, y nosotros permanecemos inasequibles al desaliento, con el arma al brazo y en lo alto las estrellas.
Los abertzales son Medusa y los falangistas Perseo.
"El separatismo es un crimen que jamás perdonaremos".
José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia.
Est supra.