LA JUVENTUD ESTÁ EN NUESTRAS FILAS. Por Jesús Muñoz

 LA JUVENTUD ESTÁ EN NUESTRAS FILAS. Por Jesús Muñoz

 

No descubro nada si digo que los tiempos están cambiando en cuanto a la actitud del joven español con relación a la política. Podríamos analizar por qué están cambiando y, sinceramente, el análisis de ese por qué es demoledor en cuanto a los aspectos negativos. No nos engañemos. si los jóvenes, ¡POR FIN!, están dando un paso al frente para rebelarse contra buena parte de la cochambre que les rodea, no ha sido porque se les haya ocurrido en su tiempo libre investigar y analizar sesudamente ideologías políticas presentes y pasadas, sus efectos y sus consecuencias, y cuál puede ser la mejor, no, simplemente ha sido porque hasta los menos preocupados por lo que se les viene encima, comprueban que lo tienen muy chungo. 

 

No voy ni siquiera a enumerar cuales son los motivos por los que los jóvenes españoles (no sólo los españoles, pero vamos a centrarnos en nuestros compatriotas) han llegado a esa conclusión de que lo tienen muy chungo, pero estas nuevas generaciones (no confundir con el nombre de la ridícula organización juvenil pepera) ven que en materia laboral, de seguridad física y moral, de posibilidades de tener algún día una vivienda, de formar una familia, de tener cierta estabilidad (lo de cobrar una pensión ya ni de coña), aparte de que su patria, sus costumbres, sus tradiciones y su identidad desaparecen a pasos agigantados… en todos estos aspectos, y muchos más, ven que lo tienen muy chungo. Y esos negros nubarrones en lontananza son los que les están haciendo reaccionar, como, por otro lado, suele ser lo habitual en todas las épocas de la historia, casi nadie se rebela cuando las cosas no van mal dadas, muy mal dadas, como en este caso.

 

Llevo mucho tiempo diciendo que los jóvenes españoles están descubriendo que, aunque no saben muy bien “lo que son” en materia política, lo que sí saben es “lo que NO SON”. Y NO SON de este sistema injusto, corrupto y antiespañol que padecemos desde hace ya 50 años. NO SON ni del Régimen del 78, ni siquiera de otro régimen que sólo pusiera parches a este intolerable sistema político, económico, social y moral. NO SON DE ESTE INFAME SISTEMA.

 

Y aunque tarde, han reaccionado, y bien porque la juventud siempre busca alternativas en lo prohibido, en lo perseguido, y quizás también influidos en que algunos menos jóvenes que ellos han, hemos, mantenido la llama encendida de ciertas ideologías que se rebelaron contra otros sistemas injustos, corruptos y antiespañoles, en otros tiempos, y que dieron soluciones a los problemas de los españoles de otras épocas, esa juventud, independientemente de su formación política, está dando un paso al frente y ha escogido como banderín de enganche para hacer efectiva esa rebeldía y esperanza, a la Falange, a sus fundadores, a sus banderas, a sus himnos, a sus saludos, a sus lemas, a su estética…y esperemos que a su espíritu y a su doctrina (pero de eso ya hablaremos otro día).

 

Y han saltado todas las alarmas y, aparte de los políticos que, tras 50 años de vivir y muy bien del momio, ven peligrar su sueldo y su estatus, raro es el día en que un medio de comunicación, un “profesional experto” o cualquier juntaletras paniaguado, no se rasga las vestiduras por el resurgir de la “ultraderecha” en general, los fascismos más en particular y la Falange en concreto.

 

Casi todos habréis visto, oído o leído estos últimos meses a esos voceros de los medios de comunicación, a esos políticos, a esos “profesionales expertos” o a esos juntaletras gimotear como plañideras, pero aquí os dejo unas breves muestras:

 

Hemos visto a periodistas, como Pablo Fernández Quintanilla, titular en el periódico andaluz “La Voz del Sur” un artículo suyo con un "Mi niño es facha, ¿cómo ha podido pasar esto?", y ya unos días antes este mismo periodista había escrito alarmado otra pieza titulada “Chicos de 20 años cantando el Cara al Sol con el brazo en alto en plena Sevilla por el acto de la Falange"como si no hubieran sido también mayoritariamente chicos de 20 años los que empezaron a cantar ese Cara al Sol con el brazo en alto cuando hace casi un siglo también España se hundía.

 

Hemos visto y oído a comunicadores, como ese millonario comunista autodenominado Gran Wyoming comentar en su programa “El intermedio”, tras una manifestación de Falange por la Remigracion y los barrios seguros, que “A estos no les podemos llamar nostálgicos”. "Creo que ha llegado el momento de dejar de llamar a esta gente 'nostálgicos', como acostumbran a hacer algunos medios. Porque me temo que no salen a la calle pensando en el pasado". Y por una vez tiene razón este vividor anclado en las televisiones del sistema, estos jóvenes salen a la calle pensando más que en el pasado, en el presente y en el futuro que les está robando este sistema, y por eso se rebelan y buscan soluciones.

 

También en la Sexta, en el programa "laSexta Columna", a propósito de este asunto, el periodista Juan Fernández-Miranda, sobrino nieto de Torcuato Fernández Miranda (aquel funesto político de la TRAnsICIÓN que nos ha traído hasta aquí), aseguró que "Cuando veo jóvenes cantando el 'cara al sol', me dan ganas de llorar porque veo que no han comprendido nada". No hijo no, precisamente porque, aunque tarde, están comprendiéndolo todo, es por lo que estos jóvenes hacen lo que hacen y cantan lo que cantan.

 

Y termino con otra noticia que se ha vuelto viral estos últimos días en redes sociales, en la emisora Onda Cero, en su programa “Más de uno”, un filósofo colaborador habitual llamado Jorge Freire, que atiende a los oyentes en plan consultorio filosofo-psicológico, contestó a una mamá muy preocupada y “resolvió un nuevo dilema: qué hacer si tu hijo se vuelve falangista”, … como si se hubiera vuelto loco, pues ¡Bendita locura!.

 

Es decir, ese sistema, ese Régimen del 78, culpable de robarle el futuro a los jóvenes, se alarma por algo tan inevitable como lógico y justo, y por qué no decirlo, muchos padres, que mientras sus hijos, sus niños, fueran abortistas, separatistas, prolgtbi, okupas, proinvasión... que mientras sus hijos, sus niños, consumieran alcohol, drogas, porno, kultura antiEspaña y antiDios... no pasaba nada, y si pasaba al menos no lo exteriorizaban, ahora se mesan los cabellos, se rasgan las vestiduras y gimotean como si padecieran una maldición bíblica porque sus hijos, sus niños, se les han hecho falangistas.

 

Y mientras sus hijos, sus niños, llenaban sus carpetas, las paredes de sus habitaciones, sus ropas, mochilas…de parches, pegatinas, posters, fotos o banderitas de todo lo que el sistema que condena a la juventud, ensalza como mantras de su nueva religión, o mientras repetían como papagayos frases hechas, términos inclusivos que vertían como vómitos compulsivos todos los altavoces del sistema,…entonces no pasaba nada y eran cosas de chavales, o incluso era chupi guay…pero, ¡Alarma antifascista!, ahora esas carpetas, paredes, ropas, lucen banderas de España o de Falange, imágenes de falangistas (por cierto, asesinados por los que según ese “sistema sacrosanto” son los buenos), ahora esos vídeos que ven por redes sociales, o esos libros que leen, son falangistas (o de ideologías similares), ahora han cambiado cancioncillas moñas o esa Bella Ciao que suena en todos los sitios y a todas horas, por el Cara al Sol y otros himnos, han tornado puños cerrados en alto, por brazos al frente y palmas extendidas, han reemplazado consignas mundialistas o directamente social-comunistas o anarquistas, por lemas falangistas, han sustituido hoces y martillos o una A dentro de un círculo, por yugos y flechas o garras hispánicas… y para esos padres, ese sistema, ahora, sólo ahora, la sociedad está retrocediendo y yendo hacia el abismo, ahora, sólo ahora, un fantasma siniestro recorre Europa y España (antes debían ser dulces hadas las que lo recorrían) y ahora, sólo ahora, o hacemos algo o esto se hunde….¡Pues que se hunda!

 

Que se hunda su régimen, su sistema, su bazofia cultural, moral, social, política y económica, y si esta “nueva” juventud, heredera de otras juventudes que trabajaron duro o que incluso regaron con su sangre las tierras de nuestra Patria por una España mejor, les ayuda a hundirse, pues bendita sea esta juventud, a la que quizás aún le falte formación, pero lo que no le debe faltar para esta gran misión es rebeldía, valor y FE en la victoria, porque el futuro le pertenece. Y los que seguimos siendo jóvenes de espíritu, aunque ya no tanto de edad, estaremos con ellos luchando hombro con hombro, y encantados de hacerlo, mientras podamos aguantar su paso, y si no lo podemos aguantar, mejor, será señal inequívoca de que avanzan rápido, ¡No parar hasta conquistar!.

 

Como rezaba esa veterana canción falangista, “La Juventud está en nuestras filas, Falange trae la Revolución”. AMEN

 

¡Arriba la Juventud!

¡Arriba España!

 

Jesús Muñoz

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